Esta tarde, Estela ha entrado en la sala
a ver el primer ensayo que dirigía su padre.
Aunque no era una obra de niños, sino
la de Pirandello, se ha portado bien; de vez en cuando levantaba la
cabeza de su papel de dibujar para seguir el ensayo con atención. Esto me animaba.
En un momento se levanta para ponerse a mi lado, y me cuenta en voz
baja lo que ve. Luego me abraza, y va y me suelta: 'diriges muy bien, papá
"...
El resto, se puede imaginar...