PERLAS... 12

Luis d´Ors
LA CHISPA QUE ENCIENDE EL TALENTO
Aprender,  crecer por dentro, es de los anhelos más nobles del ser humano. Para aprender,  para recibir,  lo esencial son 2 disposiciones del ánimo ,  la apertura humilde y paciente,  y el asombro entusiasta. 
Cuando empecé a estudiar teatro, entré en una escuela cuyo lema era,  '¿Quieres estudiar teatro?  Busca un buen maestro.'
Cuando terminé mis estudios,  dejé de creer en la enseñanza y me lancé vorazmente a la fe única en la acción.  Con los primeros tropiezos, necesité volver al oficio y me encontré con Michael Chéjov.  
Si el teatro me salvó del aislamiento, la enseñanza y la revisión permanente del oficio me salvó del caos, también del hambre.                                                                           En la actualidad tengo el privilegio de dirigir el primer Grado Universitario en Artes Escénicas de España. 
Con el tiempo he aprendido a valorar,  en su justa medida y ámbito ,  a los guías y transmisores. Ni imprescindible ni por el contrario irrelevante,  el papel del maestro (por cierto con similitudes al del director de escena) es - como ya Goethe dejó claro-, más que el de un instructor,  el de un  provocador del entusiasmo,  por lo que debe poseer las mismas cualidades que el estudiante, pasión para transmitir con generosidad,  y apertura para saber ver y guiar al aprendiz.
En la entradilla de su libro 'Al actor' escribe una frase que representa toda mi fe en los estudios de teatro: la técnica puede ser la chispa que de forma y encienda el fuego del talento artístico.