"... no se puede decir más con menos. El espectador se transporta a una jaula, una feria, un circo con apenas un gesto, una mirada, una mesa, una silla volandera, una música, unas lucecitas. También asombra un actor que hace las veces de narrador, artista del hambre, empresario circense, señorita, niño, confidente... y pantera. Todo sobradamente kafkiano (sorry!) si por tal entendemos un desasosiego en estado puro y un humor a prueba de miserias." Beatriz Canals
"Pese a la dureza del relato, la mágica puesta en escena permite transitar al espectador por multitud de estados anímicos y sensaciones... Parece increíble que una sola persona pueda evocar tantos paisajes en un escenario... Lo de menos es si respondemos o no a las cuestiones que pueden acechar a nuestras cabezas, de manera incansable durante la representación... Lo de más: ..., la fuerza interpretativa, el disfrute de principio a fin de TEATRO, con mayúsculas. Bravo!" Silvia L. C.
NUNCA, HASTA HOY, CON MIS 73 AÑOS, ME HABÍA DIVERTIDO TANTO EN EL TEATRO... DESDE EL PRIMER INSTANTE, ME HE SENTIDO FASCINADO, ENTREGADO, SORPRENDIDO, ATRAPADO CONSCIENTEMENTE. LA FELICIDAD ESTABA A MI ALCANCE DESDE EL PRIMER MOMENTO DE CERRARSE LA PUERTA... Y TODOS LOS MOMENTOS TAN RICOS EN MATICES, EL PATETISMO, EL HISTRIONISMO... LA MINUCIOSIDAD, TODO LO QUE SE CONVIERTE EN UN HECHO ARTÍSTICO... ESTA AUTÉNTICA CREACIÓN IRREPETIBLE, ESTABA AHÍ. UNA MARAVILLA DE HALLAZGOS, ORIGINAL; PARECE QUE LA CAPACIDAD DEL HOMBRE PARA CREAR ESTABA DISUELTA EN LA MEDIOCRIDAD RECIENTE. PERO NO. AQÍI VUELVE A ESTAR Y NOSOTROS LE DAMOS LA MÁS CALUROSA BIENVENIDA.
NUNCA, HASTA HOY, CON MIS 73 AÑOS, ME HABÍA DIVERTIDO TANTO EN EL TEATRO... DESDE EL PRIMER INSTANTE, ME HE SENTIDO FASCINADO, ENTREGADO, SORPRENDIDO, ATRAPADO CONSCIENTEMENTE. LA FELICIDAD ESTABA A MI ALCANCE DESDE EL PRIMER MOMENTO DE CERRARSE LA PUERTA... Y TODOS LOS MOMENTOS TAN RICOS EN MATICES, EL PATETISMO, EL HISTRIONISMO... LA MINUCIOSIDAD, TODO LO QUE SE CONVIERTE EN UN HECHO ARTÍSTICO... ESTA AUTÉNTICA CREACIÓN IRREPETIBLE, ESTABA AHÍ. UNA MARAVILLA DE HALLAZGOS, ORIGINAL; PARECE QUE LA CAPACIDAD DEL HOMBRE PARA CREAR ESTABA DISUELTA EN LA MEDIOCRIDAD RECIENTE. PERO NO. AQÍI VUELVE A ESTAR Y NOSOTROS LE DAMOS LA MÁS CALUROSA BIENVENIDA.
JUAN ANTONIO QUINTANA, actor
" un maravilloso banquete de teatro (...) Yo no había leído de Franz Kafka nada más que La Metamorfosis, pero esta visión e interpretación del Artista del Hambre me despertó una viva curiosidad por conocer mejor a Kafka y sumergirme en sus prismáticas interpretaciones. (...) un monólogo complejo en matices, rico en contenido y abierto -como un signo de interrogación- a generar múltiples sentimientos en el espectador. El enfoque narrativo que proponéis me encanta. Llegué a sentirme cómplice de ese Kafka que evocaba la historia del Artista. Y finalmente, para rematar la velada, un interesantísimo debate. Gracias por ofrecernos la oportunidad de disfrutar del TEATRO, de una velada tan especial." Javier Banegas e Inés Yarza
“un Kafka escenificado que no pierde, al pasar del papel a la representación teatral, ni un ápice de su ironía, de su extravagante surrealismo ni de su profunda angustia: el artista del hambre se deja morir no en un arrebato de su “virtuosismo artístico” sino porque, sencillamente, no le gusta ninguna comida!!!.” Paco Navarro
"Kafka escribe un cuento duro, triste, hiriente; pero en la puesta en escena también hay toques de ironía, de esperpento y sentido del humor. Esta combinación de lo trágico y lo cómico hace la representación más desgarradora, cercana y humana.
El espectador sale del espectáculo con preguntas, con dudas que ha de resolver. El cuento nos cuenta a todos: ¿quién es para cada uno el artista del hambre?, ¿en qué medida participamos del show?
Un cuento muy actual con una puesta en escena precisa, medida y ambigua que deja, muy inteligentemente, hambre de más" Bosco Palacios, periodista y actor
" Nos alegramos mucho de haber podido escaparnos de Guindalera... Ni Juan ni yo somos dados a escribir, nos cuesta mucho expresar en palabras los sentimientos.... pero solo queremos que sepas que nos parece fantástico lo que estáis haciendo y que trataremos de seguiros en las siguientes noches en vela que organicéis. Enhorabuena por ese espacio tan estupendo... ¡ y nos gusto mucho vuestro trabajo!, el actor tan bien entrenado que actúa, la estética de todo, sutil y exquisita... Felicidades a los dos. Un abrazo,"
TERESA VALENTÍN y JUAN PASTOR - Teatro Guindalera
"Pasados los días, se ha hecho más grande lo que vi, el excelente trabajo de puesta en escena, basado en dos pilares tan sólidos: ese trabajo tan meticuloso, tan inconforme, tan d'ors, con el actor, con cada gesto, con cada entonación y cada movimiento, en el que sé que habréis buscado y probado y tirado a la basura docenas de opciones para cada minuto de espectáculo; y ese compromiso en penetrar en el texto para esclarecerlo, para hacerlo grande en el escenario. Magnífico trabajo.
Además, me ha removido asuntos muy pensados: esa herida, esa insatisfacción vital que nos lleva a escribir, a hacer teatro, a explorar el polo... sabiendo que seguiremos haciendo cosas que servirán a otros pero para nosotros son solo el camino, con algunos capítulos dulces, de algo que no podemos alcanzar. Que inventamos el arte porque queremos la luna.
También pensé en el complemento de este artista del hambre, el mono Pedro (de "Informe para una Academia" otro cuento de Kafka; quizá el que se ha llevado más veces al teatro). Pedro aprende a hablar, para sobrevivir entre los que lo consideran cosa. Claro, una analogía referida al antisemitismo, pero, como toda analogía, capaz de ser habitada por la Humanidad entera. En cambio, el artista del hambre manifiesta esa especie de maldición del artista, no puede dejar de hacer lo que hace, aunque le cueste la vida. Son como dos mitades del ser humano.
...No sé. Me estoy poniendo estupendo y solo quería felicitarte por este trabajo magnífico... Un abrazo"
JOSÉ RAMÓN FERNÁNDEZ, dramaturgo
JOSÉ RAMÓN FERNÁNDEZ, dramaturgo
"Magnífica la sobriedad y la perfección en el uso de elementos escenográficos que acentúan aún más el grandísimo y valiente trabajo actoral de Juan Ceacero que, como una suerte de dulce, nos ayuda a tragar la píldora amarga de El artista del hambre. El juego de humor... de ironía que nos permiten poner la suficiente distancia para hacer soportable la angustia que transmite la historia, y nos permite pararnos en la reflexión sobre las múltiples facetas del texto de Kafka y en particular la angustia del artista, la insatisfacción del creador, el hambre que sufre y, lo que es peor, el hambre que desea... la insatisfacción del ser humano por trascender... Gracias a ambos por permitirnos compartir este viaje. " AMELIA PÉREZ
A MIS ALUMNOS:
"Deberían ver UN ARTISTA DEL HAMBRE, Kafka. Dirigido por Luis Dors. Sala Mirto. Calle Mirto 3. Metro Valdeacederas.Viernes 21 hs. Quedan sólo dos Viernes. Es a la gorra.
Un brillante exponente técnico del trabajo sobre un monólogo. Excepcional. Ojala podáis."
JORGE EINES, Catedrático de Interpretación. ESCUELA ENSAYO 100
"El viernes por la noche vi "Un artísta del hambre". Fue un momento muy extraño. Un relato espeluznante cargado de humor, histrionismo y mucha complicidad. Una mirada distanciadora sobre una vida patética y sin sentido, con mágicos momentos de una dulce identificación. La narración, poco atenta a los requisitos propios de la dramaturgia clásica, atrapa, divierte y, por momentos, te congela la sonrisa en una mueca de asombro y desolación... esa vida de otro que es la propia, expuesta en las vitrinas, jaulas o en la propia escena, para deleite de los otros o como espejo que nos devuelve de forma descarnada nuestra imagen sin inocencias. El actor es elegante, irónico, engañoso y sensiblemente cómplice. Mi boca aquedó abierta, literalmente, en varios momentos por el despliegue de su seducción. Gracias."
Daniel Freire, actor
"Me encantó la obra. Juan espectacular y la dirección magnífica! Se lo digo a todos mis alumnos en el Universidad Europea UEM.
El espacio preciosa! Y el texto tremendamente relevante!
TAMZIN TOWSEND, directora
Qué maravilla, Luis. Me encantó. Me pareció de un gusto, una delicadeza y un detalle infinitos.
El trabajo de Juan es delicioso, hipnótico; cada segundo está lleno, es riquísimo.
Lástima no haber podido darte la enhorabuena en persona, pero volveré cuando volváis.
Por cierto, la sala es estupenda, y lo del coloquio está genial. OLAYA MENÉNDEZ, actriz
"Un viaje que en cualquier otro modo sería agreste e impracticable. Un puñado de tierra seca en los ojos y el estómago. La crueldad, la obsesión con la trascendencia y la vanalidad se conjugan con toda la fuerza del discurso de Kafka, y gracias al cuidadísimo y luminoso trabajo de un actor y un director singulares podemos disfrutar de una obra llena de tonalidades y sabores..." Nast Marrero
"Un cuento perfecto para estos días, contado con una sensibilidad integra. Lo mejor, levantarse esta mañana y seguir pensando en él.
Teatro intimo. Una experiencia que aun me sabe."
Roberto Mori, actor de la compañía de Robert Lepage
"Me encantó. Quiero volver a asistir... " Fernando Conchello ( un profano de las artes escénicas al que estáis enganchando)
"...hacia mucho que no veía una obra de estas que te revuelven el alma y te dejan con un regusto incómodo. Por supuesto la puesta en escena y el actor me gustaron mucho. No me sale ningún comentario, salvo que me gustaría volver a verla..." María
"...hacia mucho que no veía una obra de estas que te revuelven el alma y te dejan con un regusto incómodo. Por supuesto la puesta en escena y el actor me gustaron mucho. No me sale ningún comentario, salvo que me gustaría volver a verla..." María
“más allá de los célebres cuenta cuentos de la plaza Jamaa-el –Fna, (plaza de geografía y nombre variable), Luis d’Ors y Juan Ceacero demuestran que hay otras formas, igual de clásicas y milenarias, de contar un buencuento
Tratar, de lo que se dice tratar, la obra trata de muchas cosas, y cada espectador encontrará matices distintos, lecturas dispares, interpretaciones opuestas o derivadas. Y cada época entenderá sus cosas, e incluso algunas no entenderán nada y otras querrán arrogarse el mérito de entenderlas todas... y cada generación destacará algunas cosas y desdeñará otras y todas tienen que ser válidas pues es requisito que sea así para ser una obra maestra. Y esta, tan bien escrita, tan profundamente narrada, tan elegantemente escenografiada, tan cuidadosamente interpretada, no lo dudemos, lo es y como lo es y como también lo es su adaptación al teatro, nadie debería perdérsela. Preguntaba al principio, ¿de qué trata esta obra?: De todos y de todo." Juan Ramón Balcells

"El ser humano hace cosas aparentemente incomprensibles, pero para entender esto habría que aceptar que hay cosas comprensibles natural y esencialmente propias del ser humano; pero ¿quién las define? ¿quién las programa?¿dónde se encuentra aquel concepto, fenómeno o ente que destinado a regir los comportamientos…? En esta incertidumbre se mueve la elucubración del autor y de ahí el recurso al absurdo, a la ironía, a la autoinculpación y, cómo no, al sentido del humor… pero todo dirigido a la búsqueda de la identidad…” Juan Prado Piñeiro.

"...representada en un marco íntimo, es muy acertada la dirección espacio temporal. El actor Juan Ceacero encarna en un doble trabajo al Narrador y los personajes de esta narración. Se ven nítidamente los procesos y personajes del relato en la clave tragico-cómica. Si no abusara tanto del lenguaje mímico gestual y pusiera énfasis en la lógica del discurso, haría más atractiva la función y el ritmo de la misma. Seguro que con el devenir de las representaciones se hará óptimo. El espectador pasa de la sonrisa más ligera, el esbozo de la risa a un sentimiento de dura pena. Es sin duda una obra que no hay que perderse para así entender un poquito más la vida del artista que Kafka capta a la perfección". David Amón, actor
Una puesta en escena que cuida todos los detalles de expresión, todo cuenta... La interpretación impecable; un actor que encarna a la perfección, desde la pequeñez y el ayuno hasta la robusted de una pantera, pasando por una amplia gama de matices que enriquecen el texto de Kafka. ¡No hay que perdérselo!" Mª José
"...más allá de la emoción inmediata que me suscitó, dejó como "pequeñas semillas" que luego han despertado otros ecos( ... ) con unos cuantos detalles se logra sugerir todo un ambiente, lo material que rodea a los personajes de forma sobria. Con unas pinceladas que te centran pero no distraen (adecuado el que no figure ningún elemento tangible que evocara la jaula, ya que el personaje no necesita de ella para cumplir su propósito: mantendría su ayuno de igual forma.)
"No sólo aquellos a los que el teatro les mueve e interesa, sino para todo tipo de público, me parece genial este tipo de propuestas que nos puedan ofrecer algo diferente de lo que estamos habituados (...) te pueden abrir mucho la mente en cuanto a posibilidades que nos pueden ofrecer las artes escénicas". Sagrario Martín. UCM
La principal reflexión que me provocó fue la de la gran fuerza de voluntad que puede suscitar la motivación, y cómo se puede radicalizar hasta llegar hasta extremos como el mostrado. La indiferencia social hacia las verdaderas causas de las situaciones, la mía propia que pensó que el ayunador era un mero exhibicionista, y que, por ello, llega tarde a la comprensión y a la ayuda.
El actor supo transmitir de forma brillante la dualidad de su personaje, narrador-ayunador, con una versatilidad fluida en los gestos y la dicción, ... gran actor, tanto que, en el diálogo posterior, me costó identificarle con la persona que, inmediatamente antes, nos había transmitido el cuento". Milagros Rdguez-Guerra
“...nunca creí que Kafka pudiera ser tan cercano, tan comprensible… " M.A.
"Yo creo que lo de la gorra fue un equívoco de esos que se producen por la combinación aleatoria de causas relacionadas que resultan ser fatales (el sábado 1 de junio, nadie echó ni un sólo billete!!!). Por un lado, ninguno de los asistentes sabía lo de la gorra, así que cuando Juan tiró la chaqueta y el billete se creo una situación un poco violenta que nadie sabía cómo resolver. Ayudó que el tono de la representación y el sentido de la obra apuntaban a que podía tratarse de una provocación final. Yo me di cuenta cuando al salir leí el cartelito, por eso lo comenté a la salida, pero ya era tarde. Hablé con el hombre de gafas y me contó que le había pasado exactamente lo mismo.
De todos modos, yo no le daría mucha importancia, porque la gente salió muy contenta.
Sobre la representación: el actor me gustó, no es fácil hacer un monólogo tan "literario" y desnudo de artificios sin perder el pulso y él lo logró.
Creo que lo mejor de su actuación fue el control que ejerce sobre el tempo, está muy bien medido.
A veces me pareció demasiado físico, transmitía mucha energía en un rango emocional que igual no es el más adecuado para Kafka, pero quién dice qué es lo adecuado cuando se trata de sentimientos???
En resumidas cuentas: lo disfruté y espero poder repetir, esta vez "pagando"
Gonzalo Golpe, Editor y poeta
"este Artista del hambre me ha abierto muchas posibilidades, y me ha llevado a preguntarme de que tenemos hambre y para qué. No sé si estoy en disposición de contestarme! El cuento está narrado con lucidez y elegancia, ironía y franqueza, sencillez y sutileza gracias también a la brillante interpretación de Juan Ceacero. Un lujo también el coloquio! Y el espacio! Esperamos con impaciencia la próxima...!". Mónica Corella
"no entendí que la gente riera o hasta sonriera durante la representación. No sé si estarían, como yo, avergonzados de pertenecer a esta sociedad que ha llegado a ser una espectadora que observa el mal y la miseria humana como entretenimiento. "
"es de agradecer que el acento no esté puesto en la desesperanza sino en la conmiseración humana: el montaje rezuma la alegría de vivir. Que todo esto nos concierne a cada uno es algo que pude comprobar en la función que presencié anoche. A mi alrededor había espectadores en verdad afectados, como quien sale de un sueño revelador (...)
NOCHES EN VELA
Los cuentos que se reúnen en este ciclo son pequeñas obras maestras
sobre los abismos cotidianos que nos acechan: la alienación atenazadora (Kafka), la sombra de la decadencia física (Wells), la culpa obsesiva (Cortázar), el proceso de la enfermedad (Buzzati)…, el misterio, en fin, de vivir con una conciencia intensificada.
Grandes escritores, como -además de los mencionados- Maupassant, Chéjov, Mann,
o Murakami son capaces de comunicar estos temas tan variados desde su particular visión.
Luis d´Ors nos acerca los más grandes relatos de la narrativa fantástica
-en su vertiente de lo cotidiano- a través del teatro, para que a la palabra mágica de los poetas se funda una imagen escénica que permanecerá imborrable en nuestra memoria. Ningún espectador saldrá siendo el mismo. donde está durmiendo el árbol gigantesco. Ese árbol crecerá entre nosotros, dará su sombra en nuestra memoria.” Julio Cortázar |